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¿Alguna vez has intentado realizar una tarea o misión para la cual no estás preparado? Imagina que tengas que cortar leña y lo único que tienes a la mano es un hacha sin filo. Es posible que logres cortar algunos trozos de la madera después de un esfuerzo agotador y de mucho tiempo desperdiciado. Terminarías extremadamente agotada, con las manos llenas de ampollas y llagas y seguramente deseando no tener que hacer esa tarea nuevamente porque la experiencia fue desastrosa y dolorosa.
Esto es solo una ilustración de como nos sentimos en ocasiones cuando intentamos llevar algo a cabo, pero no somos diligentes en asegurarnos de mejorar nuestras habilidades, buscar el conocimiento adecuado y la sabiduría que Dios da. Si queremos ser exitosas en lo que emprendemos es de vital importancia obtener la sabiduría necesaria para esa misión específica. La Biblia nos dice lo siguiente:
Si se usa un hacha sin filo hay que hacer doble esfuerzo, por lo tanto, afila la hoja. Ahí está el valor de la sabiduría: ayuda a tener éxito. Eclesiastés 10: 10
La metáfora de un hacha sin filo nos brinda una lección sobre la importancia de la preparación y la sabiduría si queremos tener éxito. En nuestras vidas enfrentamos desafíos, obstáculos y la mayoría tenemos metas que deseamos alcanzar. Apresurarnos a actuar y ser impacientes nos lleva a intentar sortear estos obstáculos con herramientas sin filo, es decir, sin la preparación adecuada. Valorar la sabiduría hará una gran diferencia en el resultado final que obtendremos. Afilemos la “hoja de nuestra hacha” adquiriendo conocimiento y reflexionando en experiencias y lecciones pasadas. Preparémonos para enfrentar los desafíos de manera más efectiva.
¿Qué es la sabiduría?
La sabiduría no se resume solo en acumular información, sino en saber cómo aplicarla de manera adecuada y oportuna. Pero ¿cómo podemos asegurarnos de estar afilando nuestra hacha y obtener mayor sabiduría?
El temor del Señor es la base de la verdadera sabiduría; todos los que obedecen sus mandamientos crecerán en sabiduría. ¡Alábenlo para siempre! Salmos 111:10
Conocer y poner en práctica los mandatos y consejos de Dios es la base de la verdadera sabiduría. Nos ayuda a tomar decisiones más certeras, a encontrar soluciones a los problemas y a sortear las dificultades con menos esfuerzo. En lugar de derrochar energía en esfuerzos ineficaces, la sabiduría nos permite trabajar de manera más inteligente y obtener mejores resultados. ¡Afilemos nuestra hacha!
Diana Quiros
Gracias a Dios por esta hermosa enseñanza
Gracias a ti! Tu presencia aquí me honra 🙂