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Si alguna vez te has propuesto preparar una deliciosa comida que deleite a tus comenzales seguramente has experimentado diferentes preparaciones, buscado recetas que sean un éxito y seleccionado los mejores ingredientes posibles. Es tan gratificante luego de la ardua faena en la cocina ver las caras de gusto de tus invitados o familia saboreando satisfechos la comida. Por el contrario, si después de haberte dedicado con esmero y haber gastado recursos y tiempo, no lo valoran o no lo logran disfrutar, es tan frustrante.
Suelen suceder accidentes culinarios también. Resulta que todo marcha bien, la comida está siendo preparada y todo va viento en popa. De repente llega el momento de añadir un último ingrediente y te das cuenta de que estaba malogrado o expirado una vez que ya lo has mezclado con el resto. Lo que parecía que sería un delicioso manjar ahora se ha echado a perder. No huele bien, no sabe bien e incluso debes desecharlo porque puede ser peligroso para la salud o causar una terrible indigestión.
Estos “accidentes” pueden suceder también fuera del caldero y el fogón. Debemos ser cuidadosos de los ingredientes que utilizamos en preparar el ambiente de nuestro hogar. Un ingrediente infaltable para que los tiempos de compartir en familia, de saborear los días juntos y de disfrutar lo que nos ha costado tanto preparar, a veces es pasado por alto. Veamos a qué ingrediente me refiero:
Es mejor un mendrugo de pan, en paz, que carne en abundancia, en medio de peleas.Proverbios 17:1
Así es, el ingrediente que debemos colocar es la paz. Si tenemos abundancia que nos permita comprar y preparar la mejor carne con los mejores sazones y especias, pero nos dedicamos a pelear, no será muy agradable sentarse a la mesa con nosotros. La forma en la que aportamos emocionalmente a las relaciones en el hogar determina lo provechoso que será el estar a nuestro alrededor. Dediquemos nuestro tiempo a elegir las mejores palabras, las maneras más sabias cuando necesitemos corregir algo mal hecho y la oración constante por nuestras familias para que podamos tener armonía.
Que los miembros de nuestra familia puedan llegar a anhelar el momento de estar todos juntos porque saben que sea que haya un mendrugo de pan o un buen pedazo de carne, lo que no faltará será la paz. Comienza hoy a añadir ese ingrediente y todas tus comidas serán un éxito!
Diana Quiros